SE CUMPLE 1 AÑO DEL CRIMEN
La desgarradora carta de la madre de Diego Gatica Ledesma a Rodríguez Saá: “Le escribo para que sepa lo que estoy viviendo hace un año”
Sigue con el pedido de justicia por la muerte de su hijo y responsabilizó al mandatario provincial de haber provocado “un mayor crecimiento de la delincuencia juvenil”.
A pocos días de cumplirse un año de la muerte de Diego Gatica Ledesma, su madre Carina Ledesma publicó en las redes sociales una desgarradora carta dirigida al gobernador Alberto Rodríguez Saá en el que rememora el calvario que atravesó desde que perdió a su hijo el 11 de septiembre de 2022.
La mujer recordó que el 5 de septiembre del año pasado “comenzó a tejerse la tragedia donde mi vida dio un vuelco de 180 grados hacia el dolor que jamás dejaré de sentir”.
“Todo este tiempo traté de informarme para hacer frente a mi descontento con ciertas cosas o situaciones, pero hoy me doy cuenta de que solo quien sufrió una pérdida como la que usted y yo hemos padecido, podrá entender mi gran necesidad de una Justicia justa”, señaló.
Ledesma expresó que el objetivo de la carta al mandatario es para que “sepa lo que estoy viviendo hace un año, para que se ponga en mi lugar y escuche lo que el pueblo necesita”. Además, le pidió al mandatario y a sus legisladores que trabajen en las “verdaderas” demandas de la gente y leyes que cambien la realidad de San Luis y “no la de unos pocos”.
En otro fragmento del escrito, explicó que su hijo fue atacado en manada por seis o siete “asesinos”. “Jamás tuvo la oportunidad de salir con vida de ahí y ni de volver a verlo. Un año después, no sé en qué cementerio está enterrado. Nunca fui a verlo porque le prometí ir cuando tuviera la justicia en mis manos y todavía no puedo hacerlo”, planteó.
Expuso que entre los acusados hay menores “inimputables” que continuaron con su vida como si nada hubiera pasado.
“Señor ggobernador, ¿dónde está el Estado en estos casos? He peregrinado en búsqueda de justicia y solo recibo un recordatorio; los únicos derechos que importan son los de quienes le arrebataron la vida mi hijo por su condición de vulnerabilidad y exclusión por tener familias negligentes”, dijo y agregó: “Ahora me pregunto ¿dónde están los derechos de Bruno (hijo de Gatica Ledesma)? Tiene apenas dos años, recién comienza a transitar por esta vida y lo hace sin su padre. ¿Dónde están los derechos de Lautaro (el otro hijo del policía)? De quien Diego era su única imagen paterna. Ni hablar de los derechos de Ana su hermana y compinche”.
Además, manifestó que, en el 2001, Rodríguez Saá (que en ese entonces era jefe de Gabinete de su hermano Adolfo) dispuso la intervención de los institutos de contención para menores, con el argumento de adecuarse a políticas que respondan a la Convención Nacional Sobre Derechos Del Niño. Tiempo después, en 2004 siendo gobernador “fueron cerrados aduciendo que “atetan contra los derechos humanos”.
En ese sentido, se preguntó: “¿Quién pone los límites si los padres no lo hacen?, ¿quién les enseña a respetar el valor de la vida de su prójimo? ¿dónde está el Estado cuando los menores cometen delitos una y otra vez?
“Según mi modesta opinión, su decisión ha provocado un mayor crecimiento de la delincuencia juvenil. Y eso también es gracias a que públicamente le quitamos autoridad a quienes deben velar por nuestra seguridad como se lo hice saber días después del fallecimiento de mi hijo. Qué lindo seria que sus empleados, los legisladores de mi querida provincia trabajaran también en beneficio del pueblo y en leyes tan importantes como la contención para la reinserción a la sociedad de menores delincuentes. Todo esto como consecuencia del flagelo de la droga que tanto daño está causando”, argumentó.
Por último, anunció que el próximo 11 de septiembre, fecha en que falleció Gatica Ledesma después de permanecer internado en terapia intensiva por la feroz golpiza, se realizará una misa en la Catedral en honor al joven y será encabezada por el obispo, Gabriel Barba.
Le pidió a Rodríguez Saá y sus funcionarios que asistan y “doy por sentado que les permitirá asistir a los colegas de mi hijo”.
A continuación, la carta completa:
San Luis, 07 de septiembre de 2023
Sr. Gobernador de San Luis
Dr. Alberto Rodríguez Saá
Sr. Gobernador; mi nombre es Carina Yudith Ledesma, D.N.I N° 21.656.592, soy la madre del oficial Diego Alejandro Gatica Ledesma. El día 5 de septiembre del 2022 comenzó a tejerse la tragedia donde mi vida dio un vuelco de 180° hacia el dolor. Un dolor que jamás, por el resto de mis días, podré dejar de sentir. Todo este tiempo trate de informarme para hacer frente a mi descontento con ciertas cosas o situaciones, pero hoy me doy cuenta de que solo quien sufrió una perdida como la que usted y yo hemos padecido, sr. Gobernador, podrá entender mi gran necesidad de una Justicia justa.
Hoy le escribo esta carta para que sepa lo que estoy viviendo hace un año, para que se ponga en mi lugar y escuche lo que el pueblo necesita. Le escribo para que usted y sus legisladores trabajen en las verdaderas demandas de la gente, en leyes que cambien la realidad de San Luis y no la de unos pocos.
Mi hijo fue atacado en manada por 6 o 7 asesinos (no sé si algún día podré saber la verdad) golpeándolo, pateándolo, apedreándolo, sabiendo perfectamente que lo matarían. Mi hijo sr. Gobernador jamás tuvo la oportunidad de salir con vida de ahí.
Yo tampoco tuve la oportunidad de volver a verlo. Hasta hoy, un año después, no sé en qué cementerio está enterrado. Nunca fui a verlo. ¿Y sabe por qué? Porque le prometí ir cuando tuviera la justicia en mis manos y todavía no puedo hacerlo. Todavía no puedo ver a mi hijo, tampoco obtener justicia.
Estoy convencida que sabían o conocían su condición de policía de la provincia, si no ¿Cómo se explica tanta saña? Hasta en las marchas para pedir Justicia tuvimos que escuchar: “No va a ser el único”.
Entre los asesinos se encuentran menores inimputables, los que han continuado no sólo con su vida si no “con su modo de vivir”, como si nada hubiera pasado. Incluso, entre esos agresores estaba quien meses antes había golpeado de forma similar al hoy jefe de Policía, Hernán Soloa.
Sr. Gobernador, ¿Dónde está el Estado en estos casos? He peregrinado en búsqueda de justicia y solo recibo un recordatorio: los únicos “derechos” que importan son los de quienes le arrebataron la vida mi hijo por “su condición de vulnerabilidad y exclusión por tener familias negligentes”.
Pero yo me pregunto gobernador, ¿Dónde están los derechos de Bruno? Tiene apenas dos años, recién comienza a transitar por esta vida y lo hace sin su padre. ¿Dónde están los derechos de Lautaro? Para quien Diego era su única imagen paterna. Ni hablar de los derechos de Ana su hermana y compinche…
Me dicen que no los pueden separar de su familia, pero nosotros hace un año que no escuchamos a Diego, que no lo podemos ver, que lo extrañamos y lloramos todos los días. Hace un año nuestra familia se destruyó.
Sr Gobernador, en el 2001 usted como jefe de Gabinete dispuso la intervención de los institutos de contención para menores, con el argumento de adecuarse a políticas que respondan a la Convención Nacional Sobre Derechos Del Niño. Tiempo después, en 2004 ya siendo gobernador por su decisión fueron cerrados aduciendo que "atentan contra los derechos humanos".
Yo le pregunto sr. Gobernador, ¿a qué nivel llegó usted con la Convención Nacional de los Derechos del Niño? ¿De que sirvió todo esto?
Y le pregunto más, ¿Quién pone los límites si los padres no lo hacen?, ¿Quién les enseña a respetar el valor de la vida de su prójimo? ¿Dónde está el Estado cuando los menores cometen delitos una y otra vez?
Hace poco leí en las noticias que se puso nuevamente en función la figura de Defensor Del Pueblo y disculpe mi ignorancia, pero me llama la atención que paradójicamente esa figura falta hace 20 años al igual que las instituciones que le mencioné antes y que tanta falta están haciendo en San Luis.
Según mi modesta opinión su decisión ha provocado un mayor crecimiento de la delincuencia juvenil. Y eso también es gracias a que públicamente le quitamos autoridad a quienes deben velar por nuestra seguridad como se lo hice saber días después del fallecimiento de mi hijo.
Qué lindo seria que “sus empleados”, los legisladores de mi querida provincia trabajaran también en beneficio del pueblo y en leyes tan importantes como la “contención para la reinserción a la sociedad de menores delincuentes”. Todo esto como consecuencia del flagelo de la droga que tanto daño está causando.
Sr. Gobernador le suplico que sus legisladores trabajen de la misma manera para mejorar San Luis, para sancionar leyes que necesita el pueblo y para que ninguna madre más tenga que perder a su hijo.
Siento como madre el dolor del vacío legal que nos dejó a las víctimas sin justicia su negligente decisión.
Sr. Gobernador, el próximo 11 de septiembre se cumple 1 año del asesinato de mi hijo y tomé la decisión de no marchar y pedir una misa en su honor. Será oficiada por nuestro Obispo, monseñor Gabriel Bernardo Barba. Sería importantísimo contar con su presencia y la de sus funcionarios. Y estoy dando por sentado que les permitirá asistir a los colegas de mi hijo.
Todo esto solo es para que nuestra querida sociedad compruebe que quienes guían las riendas de nuestra Patria chica no están desconectados de la realidad.
Sr Gobernador necesito que sepa que yo amo a mi hijo veinte millones de universos y que lo espero, como siempre.
Lo saludo Atte.